
Qué es y qué aporta el Mindfulness
MINDFULNESS aporta un mecanismo para encontrar la tranquilidad, reconociendo las emociones y practicando la autorregulación. También aporta un autoconocimiento, observar las sensaciones, las emociones con conciencia plena y por tanto saber: qué me llena y qué me irrita, qué quiero obtener y por el contrario qué no quiero incrementar en mi vida.
Mindfulness, en español, se traduce como atención plena. Es la práctica de centrar tu atención en el momento presente sin juzgarte. Esto implica tomar herramientas para ser consciente de tus pensamientos, emociones y sensaciones corporales sin reaccionar automáticamente. Al practicar Mindfulness, aprendes a observar tu experiencia interna y externa con curiosidad y aceptación. Esto puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la concentración, aumentar la autocompasión y promover tu autoconocimiento y bienestar general.
Para trabajar la atención plena debemos hablar de la divagación. La divagación es la capacidad que tenemos como seres humanos de dejar de conectar con la experiencia presente y dejar que la mente vaya a otros sitios. La divagación se produce gracias a la red neuronal por defecto o “Default Mode Network” (DMN) en inglés, que es un conjunto de regiones del cerebro que se activan cuando no estamos ejecutando una tarea específica. En otras palabras, es la red que se activa cuando “nos perdemos en nuestros pensamientos”, soñamos despiertos o simplemente dejamos que nuestra mente vaya a la deriva.
Este mecanismo nos permite ir en piloto automático cuando realizamos tareas como por ejemplo conducir. El piloto automático nos facilita la vida, porque nos permite hacer cosas rutinarias mientras el cerebro se ocupa de otras cosas. Nos sirve para:
Autorreferencia: pensar sobre nosotros mismos, incluidos nuestros pensamientos, sentimientos, recuerdos y experiencias.
Simulación mental: imaginar escenarios futuros, planificar acciones y reflexionar sobre el pasado.
Empatía: nos ayuda a entender los pensamientos y sentimientos de los demás.
Creatividad: está implicada en la generación de nuevas y originales ideas.
Però què passa si fem servir molt la RND:
Si utilizamos esta capacidad con demasiada frecuencia, nos desconectamos de nuestra experiencia y esto tiene consecuencias.
- Rumiación mental: que consiste en pensar repetidamente en pensamientos negativos sobre el pasado o el futuro. Esto puede aumentar la ansiedad, la depresión y la baja autoestima.
- Preocupación excesiva: La RND puede hacer que nos preocupemos excesivamente por cosas que no podemos controlar. Esto puede conducir al estrés, la ansiedad y el insomnio.
- Autocrítica negativa: puede conducir a la autocrítica negativa, que consiste en pensar constantemente en nuestros errores y defectos. Esto puede bajar nuestra autoestima y hacer que nos sintamos mal con nosotros mismos.
- Dificultad para concentrarse: dificulta la concentración en el presente momento. Esto puede afectar a nuestro rendimiento académico o laboral.
- Disminución de la creatividad: Aunque se pueda pensar que es lo contrario, la creatividad necesita concentración y la divagación puede reducir nuestra capacidad para pensar de forma creativa y original.
- Aislamiento social: puede hacer que nos aislemos de los demás, puesto que nos hace centrar en nuestros propios pensamientos y sentimientos.
- Adicción a las pantallas: puede conducir a la adicción a las pantallas, porque nos hace buscar constantemente estímulos externos para evitar pensar en nuestros propios problemas.
Practicar Mindfulness puede ayudarnos a ser más conscientes de nuestra divagación, de nuestros pensamientos y emociones, y aprender a controlarlos de manera más efectiva reduciendo la actividad en la red neuronal por defecto, activando, en consecuencia, nuestra capacidad de concentración. La práctica del Mindfulness también ayuda a mejorar nuestras relaciones sociales al sentirnos más conectados con nosotros y con el mundo exterior. Cuando enfocamos nuestra intención mejoramos nuestra capacidad de escoger actividades que nos gustan, con personas que nos gustan y, por tanto, hacemos cosas que nos estimulan positivamente, activando la mente de forma diferente, no estando tan propensos a pensar o preocuparnos.